17 de diciembre de 2011

Etica: El abismo del mal.

No sabemos cómo enfrentar el abismo del mal: Rüdiger Safranski



En un diálogo con José María Pérez Gay, el filósofo alemán aseguró que en la literatura se encuentra una iluminación más intensa de los abismos del ser humano, porque la filosofía “tal vez sea demasiado racional”.




Se conocieron hace poco más de 45 años en la Universidad Libre de Berlín: uno ocupaba el cuarto 12 y el otro el 14 del Pueblo de Estudiantes; sus diálogos en esos años estudiantiles contribuyeron en su formación, si bien han dejado de verse por épocas largas: José María Pérez Gay y Rüdiger Safranski se reencontraron en una de las salas de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).

El filósofo alemán Rüdiger Safranski aseguró que el problema del mal es tan complejo y tan profundo, tiene tantas facetas, que únicamente se puede abordar con una reflexión a la vez moral y filosófica, para aproximarse a ese fenómeno.

“La literatura es una manera de pensar menos reglamentada que las demás disciplinas, por eso tiene una relación muy estrecha con los abismos del ser humano. Hay que leer a Baudelaire para poder llegar a una confrontación adecuada con el fenómeno del mal. En la literatura vamos a encontrar una iluminación más intensa de los abismos del ser humano, porque la filosofía tal vez sea demasiado racional como para abordar totalmente el mal.”

Safranski recordó que Kant no concebía que el ser humano hiciera el mal por el mal: la crueldad, la destrucción y todo lo que relacionamos con el mal, pero se trata de entender bien que dentro del ser humano existe la posibilidad de hacer el mal.

“El racionalismo diría que lo que uno quiere es ser algo bueno, solamente uno se equivoca en el sentido de lo que es positivo. Platón dice que el mal sólo es un problema de conocimiento”, mencionó el filósofo, quien destacó que no hemos captado que el mal es una opción normal del ser humano, horrible pero normal, porque no es nada enfermizo, el problema es que no sabemos cómo enfrentar el abismo del mal en el ser humano.”

Desde su perspectiva, la opción del mal es también parte del registro de nuestras maneras de actuar. No tendríamos libertad si no tuviéramos la opción de ir por los caminos oscuros: el mal ejerce una fascinación, simplemente es cuestión de rascarle un poco más profundo de lo que lo hacen los psicólogos.

Por lo cual, si queremos abordar esa parte en los seres humanos, debemos ver las experiencias crueles que nos han acompañado durante siglos, más que nada en el siglo XX: “las experiencias crueles y atroces también se tienen que ver y enfrentarse a ellas, y eso es un desafío para el pensamiento”.

Debido a problemas de salud, si bien estuvo presente, a Rafael Pérez Gay le fue encargada la tarea de leer dos textos sobre Safranski de su hermano José María, en uno con interés en la época en la que se conocieron, mientras en el segundo centrado en el libro El mal o el drama de la libertad, lo que le permitió reconocer que gracias a la curiosidad de Rüdiger, la lucidez de su juicio, que podemos entrar en un entramado que refleja la “perenne necesidad de comunicar el enigma”.

“Sus libros ofrecen, al mismo tiempo, el botín de los valientes exploradores del pensamiento, los dones de un escritor que sabe hacer con sus materiales el entramado de una aventura apasionante, inagotable, detectivesca, alicientes para emprender el asedio del idioma alemán.”



Homenaje a Pérez Gay

José María Pérez Gay realizó su maestría y doctorado en filosofía y germanística en la Universidad Libre de Berlín. Había estudiado ciencias y técnicas de la información en México, pero sus pasiones lo llevaron por otro camino, el cual lo condujo a Alemania y, con ello, a establecer una relación estrecha con ese país, lo mismo desde su faceta como miembro del Servicio Exterior Mexicano, que como traductor de pensadores como Thomas Mann, Franz Kafka, Robert Musil, Herman Broch, Joseph Roth, Jürgen Habermas, Karl Kraus y Elias Canetti.

Para entender desde otra perspectiva sus aportaciones a la relación entre Alemania y México, cabría mencionar algunos de los reconocimientos que ha obtenido, como la Cruz al Mérito 1992 del Gobierno Alemán, la Medalla Goethe en 1995 o la Cruz de Honor para Ciencias y Artes Primera Clase 1996 del Gobierno de Austria, como sabemos un país muy cercano a la cultura germana.

José María Pérez Gay presentó su más reciente libro, La profecía de la memoria. Ensayos alemanes (Ediciones Cal y Arena, 2011), en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, cuya presentación se convirtió en un homenaje a su figura y a sus aportaciones, a través de las palabras de Elena Poniatowska, Héctor Aguilar Camín, José Woldenberg, Consuelo Sáizar y Rafael Pérez Gay: el reconocimiento a quien se ha convertido en un pilar para el entendimiento entre los dos países.

Soboczynsky: el fingimiento y el disimulo

••• El escritor polaco Adam Soboczynsky defendió en la FIL el valor civilizatorio que tienen el disimulo y el fingimiento en un libro que entronca con la tradición de la filosofía moral que estableció con maestría el español Baltasar Gracián (1601-1658).

En El arte de no decir la verdad (Anagrama, 2011) Soboczynsky (Torun, Polonia, 1975) refiere 33 historias que ayuden al lector a desenvolverse con habilidad en un mundo plagado de trampas e intrigas.

En entrevista, Soboczynsky explica que con la obra ha tratado de recalcar que “el disimulo es en gran medida parte de la civilización”, algo que han hecho distintos autores a partir del siglo XVII. Baltasar Gracián, autor de El criticón (1651-1657), lo fue también del Oráculo manual. El arte de la prudencia (1647). “Estaba fascinado (con el trabajo de Gracián) y traté de escribir algo para el presente”, explicó Soboczynsky, quien considera el arte del fingimiento” parte de una “tradición milenaria” muy rica. Las historias están dedicadas a aprender al mundo de hoy.