27 de diciembre de 2011

Etica Informática: "Qué sabe Facebook sobre mí?"

"¿Qué sabe Facebook sobre mí?" Al formularse esta pregunta, un estudiante de 24 años ha iniciado una batalla legal contra Facebook, que finalmente ha ganado, poniendo a la red social contra las cuerdas.

El estudiante de derecho vienés Max Schrems, encontró 1.222 páginas de Facebook, alojadas en un CD, con sus datos personales divididos en 57 categorías, como aficiones, gustos, opiniones religiosas, y un largo etcétera, tras insistir a la red social que quería toda la información que tenían sobre su persona.
Entre los datos, acumulados durante sus tres años en la red social, le alarmó que aparecieran informaciones y conversaciones que él mismo había borrado, pero que Facebook no eliminó definitivamente, si no que las siguió conservando en sus archivos digitales. "Cuando se elimina algo de Facebook, todo lo que sucede es que te lo esconden para que no lo veas", explica Schrems. "Cada vez que le escribes a otra persona, en realidad lo haces a tres, Facebook siempre está presente", advierte.

La red social analizó de forma sistemática todos sus datos sin pedirle su consentimiento, incluido su parecer cuando apretaba el botón "Me gusta" no sólo en la red social sino en cualquier página digital con ese "plug-in". "Facebook sabe más de nosotros de lo que la Stasi y la KGB (la policía política de la Alemania comunista y la Unión Soviética) sabía sobre cualquier ciudadano normal", reflexiona.

Schrems sostiene que lo que la empresa ofrece a sus usuarios (mediante una descarga) como su "archivo personal" no es toda la información que atesora sobre ellos, sino la que se ajusta a las leyes locales. Sin embargo, su insistencia a través de numerosos correos hizo que a él si le diesen toda la información. "Un error" que expuso a la empresa, sostiene.

El archivo fue la clave para que Max iniciara un pulso con el gigante de las redes sociales, que se prolongó en 22 reclamaciones ante el organismo irlandés para la protección de datos (DPC). Este acabó dándole la razón y, el miércoles pasado, publicó un archivo de 228 páginas, fruto de una auditoría, con los cambios que Facebook debería hacer. La sede internacional de Facebook (que agrupa a todos los usuarios salvo los de EEUU y Canadá) se encuentra en Dublín, lo que implica que la compañía debe cumplir con las leyes europeas de protección de datos, que son más estrictas que las estadounidenses.

Después de una investigación de tres meses por parte de las autoridades irlandesas, la red social se comprometió el pasado miércoles a mejorar la privacidad de los alrededor de 500 millones de usuarios que dependen de las oficinas de la empresa en Dublín.

Las mejoras que Facebook aplicará incluyen una mayor transparencia en la gestión de las informaciones personales, como impedir utilizar una imagen del usuario para fines comerciales sin su consentimiento y eliminar la información que la red social obtiene a través del botón "Me gusta", entre otros aspectos. También se limita el tiempo que Facebook puede conservar informaciones sobre la navegación del usuario, como, por ejemplo, las búsquedas que ha hecho y cuándo utiliza otros "plug-ins".

Dentro de seis meses, otro informe de las autoridades irlandesas evaluará los progresos y se hará también público para mejorar la confianza de los usuarios, algo que aceptó Facebook. Estas medidas, Schrems las califica de "un primer paso en un largo camino", aunque no ocultó su alegría porque se trata de cambios más importantes de los que se habían hecho en el pasado.

Pero ¿cómo es posible que estas mejoras en la protección de datos sólo se hayan producido por el empeño personal de un estudiante de 24 años? "Las leyes europeas son muy buenas, pero se falla en su aplicación. También es una cuestión de medios. La oficina irlandesa de protección de datos tiene 20 miembros y Facebook es un gigante que gestiona información de millones de personas", responde.

Schrems reconoce que Facebook "no ha abusado del enorme poder que le da tener semejante información sobre millones de personas. Pero lo problemático es que exista algo con tanto poder sobre la gente". Conservar y analizar semejante montaña de datos puede tener "un gran potencial para crear problemas", sostiene el joven austríaco, en caso de que se produjese, por ejemplo, una filtración por un ataque informático.

Aunque pueda sorprender, este estudiante no ha renunciado a su cuenta de Facebook, por un lado porque tiene a muchos amigos con los que perdería contacto, y por otro porque "es la empresa y no los usuarios la que tiene que cambiar", asegura.

Diciembre de 2011

17 de diciembre de 2011

Etica: El abismo del mal.

No sabemos cómo enfrentar el abismo del mal: Rüdiger Safranski



En un diálogo con José María Pérez Gay, el filósofo alemán aseguró que en la literatura se encuentra una iluminación más intensa de los abismos del ser humano, porque la filosofía “tal vez sea demasiado racional”.




Se conocieron hace poco más de 45 años en la Universidad Libre de Berlín: uno ocupaba el cuarto 12 y el otro el 14 del Pueblo de Estudiantes; sus diálogos en esos años estudiantiles contribuyeron en su formación, si bien han dejado de verse por épocas largas: José María Pérez Gay y Rüdiger Safranski se reencontraron en una de las salas de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).

El filósofo alemán Rüdiger Safranski aseguró que el problema del mal es tan complejo y tan profundo, tiene tantas facetas, que únicamente se puede abordar con una reflexión a la vez moral y filosófica, para aproximarse a ese fenómeno.

“La literatura es una manera de pensar menos reglamentada que las demás disciplinas, por eso tiene una relación muy estrecha con los abismos del ser humano. Hay que leer a Baudelaire para poder llegar a una confrontación adecuada con el fenómeno del mal. En la literatura vamos a encontrar una iluminación más intensa de los abismos del ser humano, porque la filosofía tal vez sea demasiado racional como para abordar totalmente el mal.”

Safranski recordó que Kant no concebía que el ser humano hiciera el mal por el mal: la crueldad, la destrucción y todo lo que relacionamos con el mal, pero se trata de entender bien que dentro del ser humano existe la posibilidad de hacer el mal.

“El racionalismo diría que lo que uno quiere es ser algo bueno, solamente uno se equivoca en el sentido de lo que es positivo. Platón dice que el mal sólo es un problema de conocimiento”, mencionó el filósofo, quien destacó que no hemos captado que el mal es una opción normal del ser humano, horrible pero normal, porque no es nada enfermizo, el problema es que no sabemos cómo enfrentar el abismo del mal en el ser humano.”

Desde su perspectiva, la opción del mal es también parte del registro de nuestras maneras de actuar. No tendríamos libertad si no tuviéramos la opción de ir por los caminos oscuros: el mal ejerce una fascinación, simplemente es cuestión de rascarle un poco más profundo de lo que lo hacen los psicólogos.

Por lo cual, si queremos abordar esa parte en los seres humanos, debemos ver las experiencias crueles que nos han acompañado durante siglos, más que nada en el siglo XX: “las experiencias crueles y atroces también se tienen que ver y enfrentarse a ellas, y eso es un desafío para el pensamiento”.

Debido a problemas de salud, si bien estuvo presente, a Rafael Pérez Gay le fue encargada la tarea de leer dos textos sobre Safranski de su hermano José María, en uno con interés en la época en la que se conocieron, mientras en el segundo centrado en el libro El mal o el drama de la libertad, lo que le permitió reconocer que gracias a la curiosidad de Rüdiger, la lucidez de su juicio, que podemos entrar en un entramado que refleja la “perenne necesidad de comunicar el enigma”.

“Sus libros ofrecen, al mismo tiempo, el botín de los valientes exploradores del pensamiento, los dones de un escritor que sabe hacer con sus materiales el entramado de una aventura apasionante, inagotable, detectivesca, alicientes para emprender el asedio del idioma alemán.”



Homenaje a Pérez Gay

José María Pérez Gay realizó su maestría y doctorado en filosofía y germanística en la Universidad Libre de Berlín. Había estudiado ciencias y técnicas de la información en México, pero sus pasiones lo llevaron por otro camino, el cual lo condujo a Alemania y, con ello, a establecer una relación estrecha con ese país, lo mismo desde su faceta como miembro del Servicio Exterior Mexicano, que como traductor de pensadores como Thomas Mann, Franz Kafka, Robert Musil, Herman Broch, Joseph Roth, Jürgen Habermas, Karl Kraus y Elias Canetti.

Para entender desde otra perspectiva sus aportaciones a la relación entre Alemania y México, cabría mencionar algunos de los reconocimientos que ha obtenido, como la Cruz al Mérito 1992 del Gobierno Alemán, la Medalla Goethe en 1995 o la Cruz de Honor para Ciencias y Artes Primera Clase 1996 del Gobierno de Austria, como sabemos un país muy cercano a la cultura germana.

José María Pérez Gay presentó su más reciente libro, La profecía de la memoria. Ensayos alemanes (Ediciones Cal y Arena, 2011), en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, cuya presentación se convirtió en un homenaje a su figura y a sus aportaciones, a través de las palabras de Elena Poniatowska, Héctor Aguilar Camín, José Woldenberg, Consuelo Sáizar y Rafael Pérez Gay: el reconocimiento a quien se ha convertido en un pilar para el entendimiento entre los dos países.

Soboczynsky: el fingimiento y el disimulo

••• El escritor polaco Adam Soboczynsky defendió en la FIL el valor civilizatorio que tienen el disimulo y el fingimiento en un libro que entronca con la tradición de la filosofía moral que estableció con maestría el español Baltasar Gracián (1601-1658).

En El arte de no decir la verdad (Anagrama, 2011) Soboczynsky (Torun, Polonia, 1975) refiere 33 historias que ayuden al lector a desenvolverse con habilidad en un mundo plagado de trampas e intrigas.

En entrevista, Soboczynsky explica que con la obra ha tratado de recalcar que “el disimulo es en gran medida parte de la civilización”, algo que han hecho distintos autores a partir del siglo XVII. Baltasar Gracián, autor de El criticón (1651-1657), lo fue también del Oráculo manual. El arte de la prudencia (1647). “Estaba fascinado (con el trabajo de Gracián) y traté de escribir algo para el presente”, explicó Soboczynsky, quien considera el arte del fingimiento” parte de una “tradición milenaria” muy rica. Las historias están dedicadas a aprender al mundo de hoy.

Filosofía: Acerca del Alma.

Aristóteles o el corazón de un discípulo genial
Se reeditó “De Anima”, un texto del filósofo griego. La novedad es el estudio de Marcelo Boeri que se torna una herramienta clave para esclarecer un libro fundacional.

DE ANIMA (ACERCA DEL ALMA). Es una de las obras más leídas del pensador de la Grecia antigua.


La relación entre maestro y discípulo alcanzó cualidades perfectas con Platón y Aristóteles. No porque éste haya continuado fielmente las enseñanzas del primero, que no fue el caso, ni porque el discípulo haya superado al maestro, lo cual no existe ni un mínimo de consenso para determinarlo, sino porque el discípulo, nutrido de la visión grandiosa e irrenunciable de su maestro, ha logrado producir una filosofía que captura los otros aspectos, los otros misterios del mundo, y otro espíritu del hombre que piensa. Jorge Luis Borges, inquirido sobre su preferencia, reflexionó: “Y, quizás alejarse de Platón sea peligroso. Y de Aristóteles también, ¿no?, ¿por qué no aceptar a los dos?; son dos bienhechores”.

Platón degradaba el mundo material, no tenía en mucha estima, por ejemplo, la diversidad de árboles, ya que buscaba el árbol trascendental, perfecto y eterno. Aristóteles intentó justificar la verdad y el conocimiento desde las cosas que existían en el mundo que vemos y tocamos: cada árbol, cada cosa, poseía en sí misma su esencia inmanente. Detrás de estas diferencias está el problema del conocimiento: ¿Qué cosas podemos conocer inequívocamente y en virtud de cuáles propiedades? Recientemente Colihue editó De Anima (acerca del alma), una de las obras más importantes de Aristóteles, donde trata las cuestiones de la percepción, la imaginación, el conocimiento y lo anímico en general. Es una edición accesible económicamente, con traducción directa del griego y un estudio crítico de lujo de Marcelo Boeri (filósofo argentino y, actualmente, profesor de Filosofía Antigua en la Universidad Alberto Hurtado de Chile), más un apéndice con una selección de textos clásicos de otros filósofos sobre De Anima.

Qué era el alma para Aristóteles es difícil de delinear brevemente, hará falta imbuirse en su libro junto con comentarios esclarecedores como el de Boeri. El alma es una entidad que informa la materia, y por la cual se vive y se percibe el mundo; en otras palabras, es una forma de organización funcional de determinados cuerpos, que en algunos casos se aproxima a lo que hoy entendemos por mente. Si el ojo fuera un animal, dice Aristóteles, su alma sería la vista.

Hay una jerarquía de almas, todos los organismos vivos tienen una, los vegetales, los animales y los seres humanos. Estos últimos acumulan las facultades de todas las almas inferiores (nutritiva, sensitiva y de movimiento), con el agregado de la razón, la facultad más fina y poderosa, conocedora de la verdad y puente sutil hacia lo divino.

Los estudiosos de Aristóteles suelen exaltar esta obra: Ingemal During dice que la contribución a la psicología de esta obra es enorme, incluso comparada con lo dicho por Platón: es la primera vez que alguien planteaba biológicamente en detalle el problema del conocimiento y de la relación entre mente y cuerpo.

Si bien Aristóteles creía que el cerebro era un órgano para enfriar el cuerpo, y que todas las facultades del alma tenían su centro propiamente en el corazón, según Ward Bynum se podría sencillamente reemplazar toda su física y fisiología, que opacan su obra con anacronismos, con teorías modernas y preservar su análisis básico de la percepción, que considera extremadamente valioso.

La de Aristóteles quizá sea la visión triunfante, la más cercana al punto de vista de la ciencia moderna. Boeri, por su parte, dedica varias páginas a tratar la rehabilitación de Aristóteles en el contexto de los imparables avances actuales en neurociencia y el ascenso de la filosofía de la mente. Tal es así, que muchos pensadores (de la talla de Davidson, Putnam y Fodor), han incorporado a Aristóteles como interlocutor y pionero para desarrollar corrientes teóricas como el funcionalismo o el fisicalismo.

En cierto sentido, Boeri está de acuerdo: “Tengo la convicción de que los pensadores antiguos pueden ser razonablemente incorporados a algunas discusiones actuales y que, en muchos casos sus observaciones pueden ser iluminadoras en el intento de comprender un problema”. Pero luego se dedica a argumentar que no hay buenas razones para pensar que la de Aristóteles sea una teoría funcionalista o fisicalista fuerte de la mente. Para ello, se embarca en un examen de más de 200 páginas sobre todos los aspectos teóricos de este texto, tratando de probar estas y otras cuestiones.

Por lo demás, nos adentramos aquí en las profundidades de la erudición y en los pacientes tratados que caracterizan los estudios antiguos, combinando filología, historia, hermenéutica y filosofía para alcanzar el alumbramiento más preciso de cada oración y cada argumento de la obra original, no escrita con la conciencia de que podía ser polémica aún más de 2.000 años después, para seres humanos que colonizan otros planetas, fabrican robots inteligentes, estudian el cerebro con escáneres y saben que descienden de las amebas. Aun así, tememos que una interpretación sutilmente incorrecta de Aristóteles proyecte sombras desorientadoras sobre nuestra comprensión del mundo.

Por la condición de fundadores de numerosos problemas aún vigentes, y de cierta parcela de soluciones que permanece latente para su constante redescubrimiento, no es de extrañar que estertores de las ideas de Aristóteles o ya de Platón sigan apareciendo aquí y allá en los papers de las mentes más destacadas en ciencia y filosofía. Tan colosal ha sido la influencia de estos dos filósofos, que algunos afirman que la humanidad se divide en platónicos y aristotélicos. Desconfiando de esta atribuida coherencia, más probablemente la humanidad sea una multitud de individuos que convive, inadvertidamente, con similares dosis de cada uno.

(Diciembre de 2011)

Filosofía: La pasión por saber.

Jesús Mosterín: La enorme pasión por saber.

“La filosofía es una dimensión humana. En la medida en que los seres humanos seamos curiosos y reflexivos y críticos, pues en alguna medida todos somos filósofos”. Quien así habla es el Catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia, Jesús Mosterín (Bilbao, 1941), próximo protagonista de “Pienso, Luego Existo”, el programa de La 2 que retrata a los principales pensadores de nuestro país.


Mosterín, uno de los máximos representantes españoles de la lógica formal y de la filosofía analística, explica durante el programa por qué aunque la gran filosofía tiene que ver con las grandes cuestiones que importan a todos, si uno pretende “hacer gran filosofía” necesita tener el rigor intelectual que pretende tener la ciencia y, por tanto, “uno necesita ser también un científico”.


Precisamente, el papel de las ciencias en la comprensión del mundo, la biología y la cultura humana, y, sobre todo, de la relación con los animales y del valor esencial que para él tiene el concepto de libertad serán algunos de los temas que se abordarán durante el programa del próximo domingo.


ENORME PASIÓN POR SABER
Es definido por sus amigos como un gran intelectual. De hecho, el también filósofo Javier Sádaba, con quien ha compartido viajes y conversaciones, le define en este episodio como “una persona con una gran cabeza, que le interesa todo y aprende rápido de todo”. “Es un hombre con una enorme pasión por saber, enorme. Y sabe de todo. Creo que tiene una cultura filosófica en el sentido amplio de filosofía tremenda. Sin haber perdido nunca, obviamente, es especialista, contacto con la ciencia”, recalca.
Para el sociólogo Salvador Giner, es “uno de los filósofos de la ciencia españoles más interesantes”. “Tiene una capacidad expositiva extraordinaria, de sencillez envidiable ante problemas complejos. Y tiene una visión del avance de la ciencia, del avance del conocimiento objetivo, que debe de fomentarse”, añade.
También Pilar Rahola tiene palabras para Mosterín muy definitorias: “es un bicho rato, es un tipo complicado, difícil, peculiar, de una inteligencia vivaz, muy rápida, de una capacidad de profundizar y reflexionar de muchos niveles, con una cultura amplísima, heterodoxo, un animal salvaje, que no está en ninguna jaula conocida, que no está en ningún territorio definible, que no es políticamente correcto”. Lo resume con un: “es un gran intelectual”.


VIVIR CON LOS OJOS ABIERTOS

Él no hace más que recalcar que “la vida es muy breve”, y que, precisamente por eso, “una de las cosas más importantes a las que podemos aspirar en esta breve vida es a vivir con los ojos abiertos”, en sintonía con el universo, y esa sintonía toma, en gran parte, la forma del “conocimiento”.


Su defensa de los animales es uno de los motivos por los que es ampliamente conocido: “los seres vivos son milagros, sin cosas rarísimas, son excepciones totales”. Durante el programa, desarrolla ampliamente ese concepto y esa defensa. Subraya, además, que la aventura intelectual más apasionante de los últimos años ha sido el desciframiento de los genomas y sostiene, durante el programa, que hasta este momento “el cerebro es el sistema del universo que peor entendemos”.


Se muestra de acuerdo con Hume en que las dos emociones morales fundamentales son, por un lado, el amor a uno mismo, es decir, el egoísmo, y por otro lado, la compasión”; sostiene que todo el pensamiento filosófico y científico moderno ha consistido en una huida del antropocentrismo y resalta que el valor político fundamental es el valor de la libertad. “El progreso político que tengamos en un futuro próximo se medirá por la capacidad que tengamos de que las cotas de libertad vayan aumentando”, añade.


Mosterín confiesa en el programa, finalmente, que no tiene mucho interés en que le recuerden, pero que si lo hacen le gustaría que le recordaran como “alguien que trató de vivir bien y de no hacer sufrir a los demás; y que trató de no engañarse a sí mismo ni de engañar a los demás”.


(De RTVE.ES, Diciembre de 2011)

15 de diciembre de 2011

Filosofía de la Ciencia y de la Técnica: El libro electrónico.

El libro electrónico.

Aunque falte camino por recorrer antes de que lo reemplace totalmente, sonmúltiples las ventajas del libro electrónico sobre el de papel; entre otras, la amplia oferta literaria y el cuidado ecológico.

Tinta electrónica

El soporte con tinta electrónica que ofrecen los e-readers permite una lectura mucho más placentera, ya que no fatiga la vista, como podría suceder con la pantalla brillante de una tableta.

Gracias a su opacidad, simula de manera casi perfecta la hoja de un libro común.

Oferta ilimitada

A medida que crezca la demanda de libros electrónicos, mayor será su oferta. La biblioteca de Amazon, por ejemplo, cuenta con 900 mil títulos, de los cuales, 22 mil están en español, y continúa creciendo.

También cada vez se suman más editoriales -Norma y Santillana, por ejemplo- y grupos independientes que ven en este objeto un medio apropiado de difusión de sus producciones.

Por otro lado, con los libros electrónicos se acaban los problemas de agotamiento de stock o de textos difíciles de conseguir en un determinado país.

Cuidado ecológico

A menos consumo de papel, menor tala de árboles.

Bajo costo

Al desaparecer los gastos de envío y el precio del soporte papel, el costo disminuye de manera notable. Es posible conseguir títulos en su edición digital a precios mucho más económicos que los del libro tradicional. A ello se suman los muchos textos clásicos ofrecidos en forma gratuita.

Facilidad de transporte y almacenamiento

Es evidente que no es lo mismo transportar cinco libros de 300 páginas cada uno que un sencillo y delgado dispositivo. En el e-reader, todos los textos tienen el mismo grosor y, sin importar la cantidad, ocuparán el mismo espacio. La capacidad de almacenamiento es elevada, con cientos de libros, según la disponibilidad del lector.

Otros usos

La mayoría de los dispositivos permiten abrir otros archivos, como los de formato PDF o Word. Una solución para quienes usan textos en su trabajo o estudio, ya que pueden centralizar todo el material que necesiten en un mismo lugar y transportarlo con total facilidad. En una computadora, se puede hacer una copia de seguridad de los documentos guardados en el e-reader.

Convivencia con los libros de papel

Los ebooks no reemplazarán los libros, al menos no de forma masiva y sin el consentimiento del lector. Para los nostálgicos del papel, estos dispositivos pueden ser una buena opción cuando consuman textos que no les interese tener en su forma física, o bien para arriesgarse con un autor y, si es de su gusto, comprarlo luego en formato tradicional y sumarlo a la biblioteca.



8 de diciembre de 2011

Etica Informática: Los problemas de seguridad en las redes sociales.

Debido a un inconveniente en la privacidad, un usuario accedió a las imágenes del perfil del fundador de la red social y las divulgó. Esta maniobra busca desnudar los constantes problemas de protección de datos que padece el sitio.

Los problemas con la seguridad en Facebook llegaron hasta el nivel más alto posible cuando un usuario accedió a fotos privadas del perfil de Mark Zuckerberg, y las divulgó con la intención de mostrar las constantes fallas del sistema en la protección de la privacidad.

A pesar de la gravedad del error, no hay imágenes escandalosas sino que se trata de retratos del joven con un pollo en la mano y cocinando después, además de tiernas escenas junto a su novia Priscilla Chan y su perro.

Además, hay fotos con el presidente Barack Obama, y otras más distendidas con amigos o repartiendo caramelos durante el tradicional día de Halloween.

Desde Facebook aseguraron que el problema fue momentáneo y que ya fue solucionado aunque esto causará polémicas sobre la falta de privacidad y seguridad que muchos sienten como usuarios de la red social.

Hace dos semanas, Facebook y las autoridades estadounidenses anunciaron que lograron un acuerdo con el fin de reforzar la protección de la información de los usuarios para resolver, así, los cargos de la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés), que acusa al sitio de haber violado sus propias promesas sobre la confidencialidad de los datos de sus usuarios.

Diciembre de 2011

7 de diciembre de 2011

Filosofía: La actitud crítica.

Emanuele Coccia:

Del pensamiento medieval a los celulares, el filósofo italiano, autor de “La vida sensible”, desarrolla aquí sus conceptos más polémicos y desestima el valor de la “actitud crítica”.

Emanuele Coccia sólo obedecería a los estereotipos y a los lugares comunes si se pensara que es apasionado en tanto italiano. Esa pasión se nota en sus afirmaciones, en cómo corta las palabras al mezclar su correcto español con la música de su lengua natal. O quizás también sea la influencia del alemán, idioma en el que da clases en la Universidad de Freiburg im Breisgau. Como medievalista, Coccia también domina el griego y el latín, además del francés y el inglés. Visitó Buenos Aires recientemente para dictar un seminario en Ciencias Sociales de la UBA sobre “Sacro Poder. Una genealogía de los conceptos de sociedad, normatividad y jerarquía”.

Un medievalista políglota y erudito podría remitir a un bicho de biblioteca, introvertido, que habla de temas inextricables para el mundo contemporáneo. Pues aquí se acaban los estereotipos. A cada pregunta, Coccia se sale de la vaina por responder, va siempre más allá, hace conexiones que pronto llevan a pensar en la actualidad, tanto sobre el estado actual de la filosofía occidental como del mundo de las tecnologías de información y de los medios de comunicación. Esta particular combinación de referencias medievales y mediáticas recuerda a Marshall McLuhan, el célebre autor de La galaxia Gutenberg –y a quien Coccia cita más de una vez– y a Umberto Eco.

Según Coccia, en el pensamiento de Averroes, el filósofo árabe responsable de que la Europa medieval redescubriera a Aristóteles, hay una filosofía de la imagen y de la medialidad que permite refutar las teorías sobre la “sociedad del espectáculo” o sobre el predominio de la imagen en la actualidad. Contra el sentido común de nuestra época, Averroes sostiene que el pensamiento no tiene que ver con una conciencia individual sino simplemente con la imagen, que es algo universal que esa conciencia intenta excluir, como ocurre con Descartes. Es como si el pensamiento de Averroes señalara otro camino posible para la filosofía moderna tal como hizo, por ejemplo, Gilles Deleuze con Spinoza. “De hecho, Spinoza abrevó de fuentes averroístas. Para ambos la mente o el espíritu no es algo individual, sino que es una sustancia eterna, única para todos los hombres. Pero Spinoza es aún más radical que Averroes porque no tiene deudas con Aristóteles”, dice Coccia.

Siguiendo el camino de Averroes, Coccia afirma que la filosofía debe dar vuelta la página respecto de su condición moderna, y la posmodernidad, al igual que el poshumanismo, son problemas de teólogos, como los que veía Friedrich Nietzsche en el siglo XIX. “Hoy la filosofía se convirtió en catequesis”, denuncia, y ataca la idea de que debe haber un pensamiento que se llame “crítico”.

¿Por qué hacer una reivindicación de la imaginación y la sensibilidad por sobre la racionalidad, cuando hace tiempo que la filosofía moderna lo había hecho?

La sensibilidad y la imaginación han sido objeto de dos formas de reduccionismo. Uno de ellos es el clásico, platónico, para el cual la sensibilidad es una forma descolorida de lo intelectual, que es eterno. Es cierto que la filosofía contemporánea ha rebatido este reduccionismo. Pero hay otro que somete la vida sensible a la actitud de conocimiento, y que no ha sido demasiado discutido. La filosofía contemporánea tiene una obsesión por lo mental y sigue considerando que lo mental es lo intelectual y que lo intelectual procede de la actitud de conocimiento. Continuamos dentro de la tradición kantiana, que pone a la gnoseología como filosofía primera. La fenomenología, por ejemplo, pudo criticar el primer reduccionismo pero no el segundo. El existencialismo, por su parte, fue una reacción a esto pero demasiado dialéctica. Y la filosofía de la mente actual sigue reduciendo la vida sensible a lo mental. Lo que quiero plantear no es que además del conocimiento hay otras posiciones que debe examinar la filosofía, sino algo más fundamental: el conocimiento es un modo de existir de todas las cosas, no solamente de la conciencia. Por esto escribí La vida sensible .

Quizás en otras filosofías contemporáneas, como la de Deleuze, esto esté presente sobre todo en el papel de los afectos.

Deleuze es el único autor que está totalmente fuera de la pesadilla de la filosofía continental europea, que es la de hacer historia del pensamiento, mostrando las deudas de tal teoría o de tal autor respecto de otro. Es una obsesión presente hasta en Michel Foucault. Deleuze ha tenido para mí y para las generaciones jóvenes un efecto liberador porque mostró simplemente que hay distintas formas de pensamiento, logrando una relación con la tradición mucho más libre. Deleuze no produce nada melancólico, como la genealogía. Además, Deleuze no está obsesionado por hacer una filosofía crítica. Hoy se cree que el filósofo tiene que hacer discursos críticos, lo cual no está mal, pero no es lo único. No hay que confundir la filosofía con el catequismo ni los libros de filosofía con los sermones de los teólogos. Spinoza decía al comienzo de su Tratado teológico-político que muchos filósofos hacen sátira moral, pero no filosofía. En lugar de preguntarse cómo son las cosas, se preguntan cómo deberían ser los hombres.

¿Qué debería ser la filosofía si no la impulsa la actitud crítica?

La filosofía no es una disciplina, no es una ciencia. Entonces el filosófo tiene que justificarse social, política y epistemológicamente, y lo hace sentando posturas críticas. Es un modelo un poco esnob para justificarse ante sí mismo frente a los otros. La filosofía nació como contemplación de la naturaleza. El problema es que a partir de Hegel la filosofía se concentró en el hombre y en la historia. La filosofía moderna es un humanismo integral, dejó el estudio de la naturaleza a otros saberes y se vio obligada a trabajar sobre la historia de la filosofía.

Pero desde hace décadas la filosofía discute ese legado humanista. De hecho, muchos hablan hoy de poshumanismo.

El discurso del poshumanismo es un resto de discursos teológicos confusos. Hace más de dos siglos que se sabe que el hombre es un animal y forma parte de la naturaleza. Entonces, ¿por qué hablar de poshumano? Es un problema institucional, una herencia de la vieja división, sin sentido, entre ciencias naturales y ciencias del espíritu. Pero además creo que la distinción entre lo humano y lo poshumano proviene de la demonización de la técnica moderna de matriz heideggeriana. Se continúa pensando que la técnica es algo opuesto de la naturaleza, pero es una dimensión de ella. No hay ningún animal en la naturaleza que no tenga técnica. La naturaleza es una técnica encarnada. La técnica no tiene nada de cultural. La tarea filosófica de los próximos años es pensar la identidad entre naturaleza y técnica, algo que hizo por ejemplo, Marshall McLuhan.

Es justamente lo que plantea Peter Sloterdijk, a quien se lo cataloga de poshumanista.

Es cierto. Sloterdijk es el filósofo más libre de Europa y por eso el menos reconocido. Yo doy clases en Alemania. Si uno lo nombra allí, nadie lo conoce o lo consideran un loco. Yo creo que en Argentina, por lo que pude ver en librerías, por lo que hablo con la gente, hay un panorama interesante, pero en Europa, desde por lo menos los años 80, la filosofía académica es algo muy conservador. Es una contemplación solipsista de su propio pasado. Otro pensador que me parece fundamental, y que estuvo muy marginado, es Gilbert Simondon, pero ahora hay un revival sobre su obra que temo que se transforme en una canonización.

A partir de Averroes desarrolla una teoría de la medialidad, que es la relación del pensamiento con la imaginación, y al mismo tiempo depende de la posibilidad de recepción y de transmisión de las imágenes. Parece una filosofía hecha a medida de esta época, la de los medios de comunicación.

Con el tiempo me di cuenta de que uno de los objetivos de La vida sensible era mostrar polémicamente que lo que se llama hoy lo mediático es una dimensión técnica pero no humana. Existe desde siempre. Las imágenes y los sonidos no son productos del siglo XX. Lo que hicieron los medios de comunicación es desarrollar algo natural, como las ondas y los campos electromagnéticos. Hay una multiplicación de medios técnicos, es cierto, pero no una idea nueva de medialidad. La idea de que estamos en una era mediática es errada, es algo teológico, y hasta McLuhan cayó en esto, porque conserva una filosofía de la historia. Los hombres vivimos en la medialidad, en las imágenes, en la imaginación, por lo que no se puede pensar en que hay “medios” que comunican como si los “fines” de esos medios estuvieran en otra parte. Y esto nos devuelve al problema del hombre, de la oposición entre materia y espíritu o entre técnica y naturaleza. No podemos seguir pensando a partir de esta oposición desde que apareció la noción de información. Hay mucho más espíritu en una computadora que en muchos hombres. Este tiempo nos impone cosas que hace siglos no queremos ver.

Entonces no podríamos pensar adecuadamente lo mediático porque la filosofía moderna tomó el camino de Platón y de Descartes, en lugar del de Averroes o Spinoza.

Sí. El hecho de considerar a la imagen como algo inferior es una consecuencia del proyecto moderno de antropomorfización total del mundo en todo sentido: político, metafísico, etcétera. Es un proyecto teológico. Por suerte nuestra generación ya no tiene la obligación de hablar en la lengua antigua de la filosofía moderna. Creo que los filósofos de hoy estamos mucho más allá de estas lenguas. Algunos autores “posmodernos” podían ver esto, cuando decían que había que superar el pensamiento moderno. Pues bien, nosotros ya no podemos decir “hay que”. Tenemos que hacerlo y listo. Tenemos que abrir los ojos y pensar a partir de la propia experiencia, no de la que aprendimos de otros.

Es como si lo mediático y la información forzaran un pensamiento diferente.

El espíritu está en todos lados, está en el aire, y eso es lo que capta la técnica hoy con los medios de comunicación. Y así como no hay espíritu sin técnica, no hay relación sin celular. El hecho de que haya celulares expresa una manera diferente de vivir la presencia del otro y la relación entre espacio y comunicación. Le hablamos a un objeto y tenemos la impresión de que ese objeto, el teléfono, nos responde. Entonces, ¿por qué no pensar que hay espíritu en el celular? La actitud filosófica corriente es preguntarse si está bien o está mal usar celulares. Son preguntas de sacerdotes. No pueden decir qué es eso o cómo se usa, sino si está bien o está mal. Esto es catecismo y es grave, porque se educa a muchos en estos valores.

Ve sacerdotes por todas partes. Parece que seguimos siendo muy cristianos.

El cristianismo en la Edad Media era mucho más interesante que el desastre que es ahora. Nosotros somos mezquinos y moralistas. Los antiguos cristianos eran gente muy loca. En ese sentido, ya ni siquiera somos cristianos.

Diciembre 2011

1 de diciembre de 2011

Etica Informática: Auditoría a las redes sociales.

FACEBOOK SERÁ AUDITADO CADA DOS AÑOS.

Facebook ha llegado a un acuerdo con la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, la cual le había sancionado por sus cambios en los ajustes de seguridad que Facebook acometió sin preguntar en diciembre de 2009.

Entonces, los datos de todos sus usuarios quedaron expuestos en Internet, a no ser que se cambiase la configuración de privacidad expresamente para mantenerlos sólo accesibles a la red de amigos de cada usuario.

Ahora, Facebook ha decidido poner un punto y final a estas polémicas y ha firmado una serie de importantes acuerdos con la FTC que se resumen en los siguientes puntos:

• La compañía se someterá durante los próximos 20 años a una auditoría independiente bianual que comprobará el funcionamiento de sus políticas de protección y gestión de datos.

• Solicitará de manera expresa la aprobación de los usuarios cada vez que cambien sus políticas de privacidad.

• Deshabilitará el acceso a todo el contenido de las cuentas que se hayan dado de baja en un plazo de 30 días.

• Establecerá un programa claro y transparente sobre los sistemas de privacidad de todos sus productos, pasados y futuros.

Pero esto no significa que antes no le preocupara la privacidad de sus usuarios. De hecho, Zuckerberg menciona hasta 20 nuevas herramientas que se han puesto en marcha en el último año y medio para dar mayor control al usuario sobre lo que quiere que sea público y lo que quiere mantener en un círculo más íntimo.

“Estoy comprometido a hacer de Facebook el líder en la transparencia y el control alrededor de la privacidad”, asegura su fundador.